Dormir en un hostal de noche
Ruidos extraños y música en ambos lados. La bulla se hace intensa con gritos llamando al cuartelero. Cuando piensas que dormir puedes, el sonido de varios quejidos te despiertan. Son la 1:10 p.m.
Los viajes que uno hace no tenían una etiqueta de advertencia con fondo amarillo y letras negras que diga: El que viaja a peligros se expone. Bien decía una vez algo que leía al ras: Los viajeros tienen corta vida. En ese momento no sabía lo que significaba esa frase. Estar en un hostal lejos de casa, amigos, familia y gente de confianza. Compartes la noche con gente que nunca te ofrecerá una bebida. El frío hace más intensa la soledad. ¿Cuántos hostales has recorrido? Pienso qu más de diez. Apenas voy seis. Mi curiosidad por viajar y conocer me hizo emprender, probé y hoy quiero desistir.
No es lo mismo la mucha distancia que el propio hogar. No se vive un calor en los viajes, por más pasión que uno tenga a la aventura. Duermes pensando en el mañana, vives creyendo que la situación mejorará. Quedas añorando un abrazo de tu tierra natal. ¿Cuántos viajes me tocará hacer ahora? Sigo lejos, continúo lejos, estoy lejos, seguiré lejos... y los rayos del sol estarán mucho más lejos todavía. De paso, se sienten temblores constantes en una sola madrugada. En otras palabras, ya no puedo dormir porque la hora hotelera acaba al mediodía y hasta un poco antes. Una serrana de mierda sin emociones atiende en recepción, gente con un comportamiento vulgar y áspero, no se puede tratar con ellos. El silencio hace pensar que los demás ya se durmieron.
Viajas, pagar la noche, te dan una habitación de porquería, te hace falta el café y porque estás de paso en una ciudad te ha tocado dormir en un hostal de noche. Una situación incómoda. La experiencia empeora cuanto te quedas en la misma ciudad más tiempo del que te habías propuesto. Relajarte distrae tu mente. Puesto ya el abrigo, apagar las luces, orar a Dios para que, si quiere, te acompañe y acompañe a tus familiares, pensar que te toca seguir tu largo camino de viajero... a dormir se ha dicho... ¡joder! otro temblor :S